20 nov 2008

Manuel de Góngora

Manuel de Góngora(1889-1953)

Er poeta, ehcritò, periodihta y libretihta e zarzuelâ Manuè e Góngora Ayustante nazió en Graná l’año 1889. Ehtudió Filozofía y Letrâ en zu ziudá natà pa endihpuè irze a Madrí aonde ze dortoró.
Hué arxibero e la Diputazión e Graná, aemâ e profezò e la Facurtá e Letrâ en la Universià Granaína.
Como periodihta hué redartò der zemanario Blanco y Negro, y correhponzà der Diario ABC n’Argentina aonde afincó zu residencia, en Buenos Aires, y aonde murió en 1953.
Entre zuh obrâ líricâ como autò e tetro poemô rezartà “Curro de Lora” en colaborazión con José Tellaeche y múzica der tamién granaíno Francisco Alonso. Obra q’en zu momento no tubo guena acohía y qe za recuperao endihpuè de 82 anô. En colaborazión con José Tellaeche tamién escribió “La casa de las tres muchachas”.
Utilizó l’andalú ehcrito en argunâ e zuh obrâ como “La Paz del Molino” y “La fama del tartanero”, ehcritâ en colaborazión con Luis Manzano.

LA FAMA DEL TARTANERO

Zarzuela en dos actos,
con libro de Manuel de Góngora y Luis Manzano.
Música del maestro Jacinto Guerrero.
Estrenada el 2 de Octubre de 1931 en el Teatro Lope de Vega, de Valladolid,

Don Luis de Aguilar pretende a Blanca, y aunque esta le rechaza, él se jacta ante sus soldados de poderla conquistar.
Curriyo, también enamorado de Blanca, se muere de celos por el militar y Juan León.

CURRIYO
¡Blanca mía de mi via
siempre yevas tú rasón;
pero en yamas de selera
se me abrasa el corasón!

BLANCA
¿Pa qué quiés atormentarte
y yorar y mardesí,
si mi sangre y mis sentíos
y mis ansias son pa tí?

CURRIYO
¡Si en mi poder estuviera
como una yerba dañina
me arrancara esta selera!
¡Pero no pueo!
que de tó lo que tus ojos o tus
manos acarisian
tengo mieo!...
¡Tengo mieo!
Tengo selos
del suspiro que suspiras
de las flores de tu pelo
del espejo en que te miras...
¡Tengo selos!
Tengo selos,
de tu arcoba y tu cansela,
de tu tierra y de tu sielo,
del charó de tu chinela...
¡Tengo selos!
¡Selos que no tienen
acaso razón;
por eso son selos; pero que atormentan
más mi corasó!
¡Mi corasón!
Tengo selos,
de las piedras de tu caye
de tu sueño y tu desvelo
de la sinta de tu taye...
¡Tengo selos!
der sarsiyo de su oreja,
de tu broche y tu pañuelo,
de los hierros de tu reja,
¡tengo selos!

BLANCA
Si en mi poder estuviera
como una yerba dañina
te arrancara esa selera.

CURRIYO
Y yo quisiera
que tus ojos y tus labios y tus besos
aliviaran
mi seguera
¡Mi seguera!

BLANCA
¡Tu seguera!
Son los selos,
criminal que te asesina,
amargura sin consuelo,
y dolor sin medesina.

CURRIYO
¡Son los selos!

BLANCA
Son los selos,
latigasos de tormenta
asotando un barquichuelo,
un castigo y una afrenta!

CURRIYO
¡Son los selos!

BLANCA
Selos que no tienen
ni ley ni rasón;
por eso son selos;
¡pero que por eso más hondos se clavan
en mi corasón!

CURRIYO
¡Ahhhh!

BLANCA
¡Son los selos!

CURRIYO
Son los selos,
la peor se las caenas
y el más duro de los yelos
la más triste de las penas.

LOS DOS
¡Son los selos!
Selos que yanto acarrean
y nos hieren a los dos,
¡marditos por siempre sean!
¡marditos sean de Dios!

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