22 mar 2009

Rafael de León

Rafael de León y Arias de Saavedra nazió en Zebiya en 1908 aentro d’una familia acomoá e l’ arta burgezía arihtocrática. A lô oxo añô ê internao n’er colehio e lô Hezuitâ "San Luis Gonzaga" der Puerto e Zanta María (Cai) aonde an ehtudiao tamién Rafael Alberti i Juan Ramón Jiménez. En 1926 se matricula en la Facurtà e Derexo e la Universià e Graná. N’ehta ziudá conohe a Federico G. Lorca con qien mantié una guena amihtá.
Zuh orgà rentâ le permitieron bibì zin trabahà bizitando lô cafè cantantê i conohè er mundo liberà e lô artihtâ. Graziâ a zu caliá como poeta hué reqerío pô iferentê letrihtâ a colaborà con eyô. Azin è como Rafael de León púo ì metiéndoze en to eze mundo colaborando en lâ letrâ e murtitú e canzionê de hente como Antonio García Padilla, aliâ "Kola", Xandro Valerio, Ochaíta, Salvador Valverde i, espeziarmente, con Antonio Quintero. Con ehte autò teatrà i con er múzico zebiyano Manuel Quiroga yegaría a hormà er prolífico trío "Quintero, León y Quiroga" con er qe tié rehihtrà mâ e zinco mì canzionê.
Encarzelao mientrâ la guerra en Barcelona, conzige zalì con bìa imbocando zu amihtá con munxô e lô grandê intelertualê republicanô e la época. En la pohgerra zige zu prolífica creazión e letrâ e coplâ qe cantan lâ mâ afamà artihtâ. Er franqihmo lo cohe como gionihta e películâ d’ezartazión der réhimen i der patriotihmo ehpañò. A lo mehò po ezo i po l’uzo q’izo er régimen franqihta de la copla como "la canción española", er pogrezihmo ihqierdithta le dió e lao como poeta.
Rafael de León, aemà d’ehcrebì poezía pa zè rezitá, ehcribe poezía pa zè cantá. En zuh obrâ ze refleha ar pueblo andalú, zu bía, zû pazionê, zuh amorê... i zu abla. En munxô e zû poemâ entremete palabrâ ehcrebíâ n’andalú, qizà pa rezartà mâ er carartè andalú e zu obra. Tamién utiliza l’andalú en er zainete María de la O der qe reprouzimô aqí er zegundo acto.
María de la O Acto Segundo
(itálica, vestida con un kimono fastuoso pintado con pájaros y flores, y angustias la castaña, gitana también vieja, vestida de luto, charlan amigablemente mientras fuman sendos cigarros e Itálica echa las cartas.)
itálica.- ¡Poresito!... ¡Poresito, lo que ha debió de sufrí!
castaña.- Y eso que no le ye vamos al hespitá, como quería el meico.
itálica.- ¡Quita mujé! En el hespitá hubía parmao antes.
castaña.- ¡Quién sabe!... M'habían prometió una influencia del gobernaó pa que le dieran hasta cardo.
itálica.- Tu Gabrié no tenía cura... A mí ya me habían dicho que estaba mu malito der pecho y moriría verticuloso.
castaña.- Y así fue... Ya me lo dijo don Siriaco la primera vez que fuimos a su consurta: "¡Este hombre está apuntao pa la tisis!
itálica.- ¿Qué estaba apuntao? ¿Y que hiso er malage que no lo borró?
castaña.- Es que se le complicó con otro mar secreto.
itálica.- ¿Secreto, y lo sabía to er mundo?
castaña.- Como que tuvimos que di a un especialista...
itálica.- ¿Y qué dijo que era?
castaña.- Dijo que era sínco duro la primera visita...
itálica.- ¿Y las otras?
castaña.- Las otras na... porque no gorvimos. Así se puso de malito, que a las do de la noche hubo c'avisá a la casa de socorro, y cuando er meico te puso el temómetro, ¿sabes cuánto tenía?
itáuca.- ¿Cuánto?
castaña.- ¡Cuarenta kilómetro!
itálica.- ¡Osú qué calentura tan diforme!
castaña.- Le quisieron da baños pa que le bajara, pero yo no púe consentí que en sus úrtimos momentos hisieran con é lo que é no jiso en toa su vía: ¡bañarse! Acuérdate de aqueya ve que metió los pinrele en un arroyo...
itálica.- ¡Digo que se le quearon las botas grande!
castaña.- Y que se puso tan malito... Y si eso fue con los pié, ahora que le querían mete to er cuerpo en agua, con la prensión que er tenía, ¡figúrate cómo se le iba a queá la ropa!... ¡Gabrié de mi arma, te has ío de esta vía sufriendo como un mártir, pero con la satisfasión de no haber pagao ni un solo recibo del agua!
itálica.- ¡Qué güeno era!
castaña.- To er mundo que entraba a ve er cadave y lo veía tan negro desía lo mismo: "Este hombre ha muerto en oló de santidá'". (Suena el timbre del teléfono.)
itálica.- ¡Osú, er teléfono otra ve! (Se levanta y acude.) ¿María de la O? Sí... ¿Que dise usté de su mare? ¡La tuya, ladrón! (Cuelga, lo vuelve a descolgar y lo deja en esa posición.) ¡Por hoy ya no suenas más!
castaña.- Pero ¿qué bicho es ése?
itálica.- Un invento pa habla de lejo con la gente; suena como un despertado, te pone er abujero al oío y te nombran a tu pare.
(...)
Lo que inventa la gente pa insurtá... Porque a mi m'han yamao antié, ayé y hoy.
castaña.- ¿Qué te han yamao?
itálica.- M'han yamao... too lo que han querío. Ese bícharraco negro es mi suplisio. Con lo bien que se vive aquí... Porque en La Parmera habrá muchos chalases, pero como este denguno.
castaña.- Si esto parese un arcasa moro...
itálica.- ¡Ochenta mi duro le ha costao a miste Moore! Con jardine, pescina, dos comeore, uno pa nosotros y otro pa la servedumbre, y un cuarto de baño que parece un templo; no te digo má que la primera ve que entré ayí me lavé de roíyas la cara...
castaña.- ¿Y qué pasó?
itálica.- ¡Qué aluego me enteré que aquer lavabo era pa otra cosa! (Entra raimunda por la derecha con un paquetito. Doncella redicha en extremo.)
raimunda.- Señora...
itálica.- ¿Qué hay, Reimunda? (Poniéndose los impertinentes para verla.)
raimunda.- Este frasco, que acaban de traer para la señorita del Bazar Sevillano.
itálica,- ¿Pa la zeñorita o pa mí?
raimunda.- Señora: la botella del "Mono" de la señora, ya la he puesto, señora, en la mesilla de noche de la señora.
itálica.- Entonse ese bote, ¿de que bebía e?
raimunda.- De "Origán de Coty", madame.
itálica.- (A castaña.) Es un licor p'ar té.
raimunda.- Permita la señora; "Origán de Coty" es un perfume de Francia.
itálica.- Po zúbalo con cuidiao ar cuarto de la señorita, que eso fraco zon mu delicao: ze caen ar suelo y ze rompen...
raimunda.- Descuide la señora... Se hará como ordena la señora, (Empieza a subir la escalera.)
itálica.- ¡Reimunda!
raimunda.- Diga la señora.
itálica.- Aprepárame p'asta noche el agua exaginá y los vahos de los carlistos.
raimunda.- Descuide la señora, que todo estará listo: el agua oxigenada y el vaho de eucaliptus. ¿Manda algo más la señora?
itálica.- ¡¡Na!! (raimunda sube y desaparece.) ¿Has visto, Castaña?
castaña.- ¡Queriendo sabe más que tú!
itálica.- Queriendo sabe más que yo, que la doy quince duro y la comía pa que me diga a to que sí.
castaña.- Y con lo elegante que la yevas.
itálica.- ¿No l'has visto, con cofa y to? ¡Pa que aluego me acorrija las palabras! ¡Ay, cómo está er servisio! Ahora, que eso sí: me pone er cuerpo de madam y de señora, que ni la Pompadú. (...)

No hay comentarios: