22 mar 2009

Antonio García Cano

Antonio García Cano
Nazió en Fuente-Tójar (Córdoba) en 1927. À’ htao binculao a la luxa obrera i ar mobimiento antifranqihta ziendo miembro der PCE. Ehcritò cohtumbrihta conozío por zè l’autò e la nobela "Tierra de Rastrojos" q’a zío yebà ar zine.
En la nobela e García Cano encontramô un riqízimo lézico der pueblo campezino qe no paza dezaperzibío a Antonio Burgos, er prologihta e la obra: "lo que mas me ha sorprendido en la novela de García Cano es su riquísimo lenguaje. Es la primera novela que leo escrita en andaluz, no sólo en cuanto al uso exactísimo de una lexicografía campesina (que el autor domina porque la ha aprendido desde la cuna y no a través de los libros), sino en cuanto a usos sintácticos, hasta en cuanto a posibles solecismos: ese «contra más» no puede ser más nuestro, aunque no esté admitido por la Academia, En los pueblos de nuestra Andalucía, para magnificar la sabiduría de alguien, se dice que «habla como un libro»; pues bien. García Cano ha escrito un libro de habla como Andalucía, con el barroquismo justo, con las descripciones necesarias, sin caer en topiquerías y en caminos trillados. El campo se nos revela, así, doblemente en toda su grandeza: su dialéctica campesina y su impresionante lenguaje."
Tehto:
El me dijo que eso era por culpa de unos bichitos muy pequeños que me se habían metió endentro de la jería, y que de ahí me había venío la inferción. Yo, por mucho que miraba, no veía ningún bicho. Pero el decía que sí, que estaba allí dentro. Güeno, pues será que estoy mal de la vista, le dije yo. El se echó a reír: No es que esté usted mal de la vista, me dijo, sino que son tan menuos, tan menuos, que no hay criatura, por mu güenos ojos que tengan, que los pueda ver. ... Güeno, a lo que iba, que mi jizo un engüento con unas yerbas que jirvió y con aquello me se curó la jería.
…...
-¡Mira éste! ¿Que qué iba yo a jacer? Pues comprar un cortijo grande, con mucho ganao y muchas yuntas. un cortijo con güenos olivos y güena tierra calma. Eso era lo que iba a jacer. Y te pondría a ti de encargao, y al Gallito de manijero. Y también compraría una güena casa. Y yo, con mi mujer y mis hijos, al pueblo, a vivir bien. Allí, jecho un señorito, to el día en el café. Y de vez en cuando vendría a dar una güelta en el caballo.

No hay comentarios: